La ineficiencia tiene que ver con la incapacidad para realizar o cumplir adecuadamente una función, sin embargo nos hemos preguntado si ¿el «cumplimiento insatisfactorio» de una tarea tiene que ver con el pedido que hemos hecho?

Enfrentamos muchos retos cotidianos relacionados a la forma en que comunicamos nuestras necesidades. Suena familiar frases cómo: “Esto no es lo que quería”, “el informe no está completo”, “no me enviaste la información que necesitaba”.

Hay muchas situaciones, que trascienden incluso el espacio laboral y que nos genera re-procesos y por ende perdidas de tiempo entre una y otra revisada. Por ello, compartimos elementos que te pueden ayudar a realizar «pedidos efectivos» una herramienta de coaching que tiene su fundamentación en la comunicación efectiva y un impacto trascendental en nuestras relaciones:

Deja claro el sujeto: Especifica que eres tu quién requiere se haga la tarea, evita- nosotros, ellos, él, ella….empodérate del pedido: YO!
Deja clara la acción: Te pido HAGAS:(verbo que indique la acción concreta: construyas, escribas, llames, logres)
Detalle: Qué, cómo, cuándo, dónde: Este nivel de detalle implicará que primero pienses y organices tus ideas sobre lo que realmente necesitas y clarificará el estándar del pedido. Implicará invertir un tiempo y te aseguramos que en el futuro cercano te ahorrará, además de tiempo, frustración.
Para qué: En este punto es importante conocer para qué se requiere que la otra persona HAGA lo que tu le has dicho. Compartir con el otro la importancia de la tarea a realizar le generará un compromiso distinto, sabrá que la tarea encomendada tendrá impacto sobre un ámbito más amplio, incluso que hace parte de su misma realización.
Valide capacidad: ¿Puedes comprometerte? es la pregunta clave. Validar si bajo el estándar de tu pedido (teniendo en cuenta la calidad de lo que usted espera y el tiempo en que lo espera) la persona puede comprometerse en lograrlo. Esto permite que en una segunda etapa puedas hacer un reclamo efectivo.
Aceptación o declinación: Tu contraparte estará en la posición de aceptar y comprometerse al pedido o por el contrario, te dará la negativa. En el segundo escenario se abre la posibilidad de renegociar sobre el punto tres.
Hacer un pedido efectivo ayuda a ser más eficientes, a que entre colaboradores se cumplan las expectativas de cada función. Aplica también en el ámbito personal y familiar.

Ser específicos en lo que queremos y necesitamos nos ayudará a tener una comunicación sana y más efectiva.

Bibliografía complementaria:

Ontología del lenguaje – Rafael Echeverría

Conversaciones para la acción – Fernando Flores